lunes, 10 de octubre de 2011

El diván de los desahogos

Estamos relajados, serenos, apáticos.

Tu mirada se pierde en un jardín de ironías que no deja ver lo oscuro y tenue que resulta la voz de las palabras amargas.
La mente más gélida la tuya, los sueños menos deseados los tuyos, pero también las ideas más sarcásticas y a la vez amarillas.
Tu pelo es del color de la miel amarga, y tus manos vuelan como mariquitas de papel, sin embargo, tu perfil es de vainilla y detrás...detrás no sé. Increíble el olor de tus latidos, que van al ritmo de un reloj destartalado y algo oxidado.Sonrisas que componen melodías que ni las obras de Chopin.

Todo esto y mucho más en el diván de los desahogos.

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